Archivos para 11 marzo 2012

Guerrero, la juez Alaya, los ERE y la encuesta del CIS

La juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya, llegando a los Juzgados

La juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya, llegando a los Juzgados de Sevilla

Poco les ha durado a los socialistas andaluces la alegría posterior a la encuesta del CIS, que les otorgaba un repunte frente al PP y dejaba a Javier Arenas al borde de la mayoría absoluta. El ingreso en prisión del ex director general de Empleo de la Junta de Andalucía, Javier Guerrero, principal imputado en la trama fraudulenta de los ERE, supone la puntilla para un PSOE al borde del precipicio.

Muchos votantes del partido que ha gobernado Andalucía durante los últimos 30 años se preguntarán de qué ha servido ese sondeo del CIS  si el calendario de la juez  del caso más grave de corrupción en la historia del Gobierno andaluz, Mercedes Alaya, tenía marcado en rojo la fecha de la declaración de Guerrero al comienzo de la campaña electoral. Más de uno pensará que lo lógico hubiera sido que el Centro de Investigaciones Sociológicas (dependiente del Gobierno Central) hiciera la encuesta después del encarcelamiento del ex alto cargo socialista.

Pensar, como proyectan los asesores del presidente de la Junta y candidato del PSOE, José Antonio Griñán, que el caso de los ERE “está amortizado” con frases como “nos ha hecho ya todo el daño que nos podía hacer” es un grave error. Estoy convencido de que los sondeos que se lleven a cabo tras la decisión judicial de Alaya serán aún peores para los socialistas andaluces.

Ni el más inteligente de los asesores de imagen y consultores políticos puede ser tan obtuso como para negar la influencia de la llamada pena de telediario. La imagen de Guerrero, con sus aficiones a la cocaína y la ginebra aireadas por su propio chófer, ha abierto todos los informativos nacionales de televisión, radios y periódicos durante el fin de semana.

El argumentario de Griñán para hacer frente a las preguntas incómodas de los periodistas que van empotrados en su caravana electoral es que “la juez Alaya ha hecho lo que la Junta pedía, que es el ingreso en prisión”.  La tesis del presidente no deja de ser contradictoria con algunos argumentos que fuentes de la propia Junta de Andalucía se han encargado de filtrar.

En una interesante información del periodista Jorge Muñoz, publicada en los diarios del grupo Joly este domingo, se alude a que  dichas fuentes del Ejecutivo autonómico sostienen, en relación a las deficiencias administrativas en la concesión de 887 ayudas-gestionadas por Guerrero- apreciadas por la juez Alaya en los fundamentos jurídicos de su auto, que tales irregularidades “no tienen relevancia como para encarcelar a nadie”, subrayó la Junta.

El Gobierno en funciones de Griñán puntualizó también que de esas 887 ayudas “las que se hicieron de manera fraudulenta no están cuantificadas”. Por un lado el discurso oficial de contundencia ante la gestión de Guerrero. En el otro extremo se tiende a sembrar dudas para tratar de minimizar el volumen real del fraude, protagonizado por el personaje central de esta trama de corrupción  político-administrativa.

En el marco de los ríos de tinta que ha hecho correr el caso de los ERE, con ese reparto discrecional de 650 millones de euros, también se habla mucho de cómo la juez Alaya ha hecho coincidir su calendario de declaraciones con el de la campaña electoral de las elecciones andaluzas. Es lógico que muchos se pregunten, con razón, si no hubiera sido mejor citar hace meses a Guerrero. Conviene recordar que el ex director general de Empleo habló por primera vez del famoso “fondo de reptiles” en diciembre de 2010. De eso hace quince meses.

Es normal y comprensible que haya suspicacias sobre la manera que tiene Alaya de gestionar sus tiempos, paralelos a  una cita electoral. Con todo lo que fue criticado, con mucha razón, el ex fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, recuerdo un anuncio suyo sobre que la Fiscalía Anticorrupción no actuaría en campaña electoral y así fue. No obstante, hay que respetar la independencia de la juez Alaya y bastante se ha defendido ya ella misma en su último auto, además de respaldar a la Fiscalía, que es la que pidió la prisión incondicional para Guerrero. Ella se limitó a dar el visto bueno a la petición del Ministerio Público.

Todavía queda el plato fuerte que representará la declaración del chófer de Guerrero, el mismo que declaró ante la Policía que se había gastado gran parte de las subvenciones públicas que le daba su jefe en “fiestas y cocaína”. Esa comparecencia está fijada para el 20 de marzo, cuatro días antes de la jornada de reflexión de los andaluces, antes de depositar su voto en las urnas el día 25. A buen seguro será un testimonio “poco edificante”, por utilizar la expresión de Rajoy, sobre otra trama que salpica de lleno estos días a la Junta. Se trata del llamado ‘caso Invercaria’. Pero en las filas del PP andaluz de Javier Arenas ya se frotan las manos ante la nueva bomba informativa del chófer que se avecina. Les servirá de cierre de campaña.

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Arenas y su peor escenario de gobierno: UPyD

Javier Arenas espera su turno para intervenir en el 17 congreso del PP

Javier Arenas espera su turno para intervenir en el 17 congreso del PP

Con cada 28 de Febrero, día de la autonomía andaluza, llegan las encuestas y sondeos sobre quién gobernará desde el Palacio de San Telmo a partir de las elecciones del próximo 25 de marzo. El líder del PP-A, Javier Arenas, tiene el camino despejado y se dirige hacia una clara victoria en las urnas.

La clave está en saber si la mayoría absoluta del PP en Andalucía será “apurada”, (54-57 diputados) como pronosticaba el sondeo de Sigma Dos para El Mundo, u holgada, como vaticinaba el mismo día el diario ABC. En el “peor escenario”, como apuntaba el diario del grupo Unidad Editorial, Arenas tendría que gobernar con UPyD, esa formación personalista que sigue siendo conocida, muy a su pesar, como “el partido de Rosa Díez”.

Desde el rotativo monárquico, le otorgaban al PP 59 escaños, frente a 43 del PSOE. Es una mayoría absoluta con cuatro escaños de margen- desde la frontera de los 55- que permitiría a Arenas gobernar “con comodidad”. La amarga victoria de Arenas, su peor escenario, sería quedar por debajo de los 55 escaños y poder gobernar con los diputados prestados de UPyD, que irrumpe en el Parlamento Andaluz con una horquilla de 1-2 escaños.

Qué lejos quedan las elecciones europeas de junio de 2009. Tras los magníficos resultados cosechados por la formación magenta que lidera Rosa Díez recuerdo que le pregunté a Javier Arenas sobre la proyección andaluza de UPyD. Fue durante una breve declaración cuando visitó Marbella. Las hemerotecas reflejan cómo el líder del centro-derecha andaluz auguró que el partido en el que ahora podría apoyarse “se diluiría” en elecciones municipales y autonómicas.  Se equivocó.

De momento, cada vez que a Arenas le preguntan en una entrevista si contempla pactar con UPyD manda el balón fuera así: “En Andalucía no se va a dar un escenario como en Extremadura”, donde gobierna el PP con IU. Dice el refrán que la política hace extraños compañeros de cama. Recuerdo también que Arenas, al pronunciarse sobre UPyD y las europeas de 2009 comparó a dicha formación con el partido político que creó José María Ruiz Mateos, cosechando  unos inesperados resultados en el europarlamento en 1989, con dos escaños. De la agrupación de electores del fundador de Rumasa nunca más se supo. Las comparaciones son odiosas.

Es alentador escuchar al candidato de UPyD a la presidencia de la Junta de Andalucía, Martín de la Herrán, cuando dice lo siguiente: “Nosotros no vamos a pactar consejerías, sino políticas”. Se lo escuché  en una magnífica entrevista que le hizo el pasado lunes el periodista Pepe Fernández en su programa El Ruedo Andaluz, de Onda Cero Andalucía.

El discurso del candidato magenta suena a aquello de Julio Anguita: “Programa, programa, programa”. Vamos a ver si luego los de UPyD, que presumen de no ser políticos profesionales, no se rinden ante el despacho y el coche oficial de un gobierno en el que serían una bisagra que vale su peso en oro.

No parece que los recortes del gobierno de Rajoy hayan afectado mucho las estimaciones de voto de Arenas. Ha bajado, pero muy poco. Los resultados demoscópicos son actualmente idénticos a los de las elecciones del 20-N y marcan un nulo desgaste del PP en Andalucía. Hace bien Arenas en proclamar la “humildad” cada vez que le hablan de las encuestas que le catapultan al triunfo con mayoría absoluta. Lo que debe hacer el Partido Popular es evitar que sus votantes se desmovilicen. Muchos podrían decidir no ir a las urnas, por la nube de euforia en la que viven.

Está claro que lo populares mantendrán la tensión durante toda la campaña electoral, de eso se encarga Antonio Sanz. La estrategia del caso de los ERES les ha dado muy buenos resultados. No es para menos, tratándose del mayor escándalo de corrupción en la Junta de Andalucía, gobernada por el PSOE desde hace 30 años.

El último episodio de la guerra que se avecina en Andalucía entre PP y PSOE lo han puesto los socialistas. Se trata de un vídeo infumable en el que vuelven a sacar la foto de Javier Arenas de hace 18 años, ahí es nada, sentando ante el limpiabotas del hotel Palace de Madrid leyendo el Financial Times.

Conozco bien aquella historia porque he tenido oportunidad de hablar con el protagonista de la foto. Me aseguró que él personalmente quiso posar con Arenas, «como recuerdo» y que «nunca» le limpió los zapatos.  Sencillamente  porque el entonces candidato a la Junta no era cliente suyo ni había requerido sus servicios. «Fue un posado, después de una entrevista que le hicieron en el hall del hotel. Los reporteros de Interviú me dijeron que la foto no se publicaría, que era para mí». Esa es la versión de Luis, nunca escuchada, y aprovecho para contarla aquí. El que quiera corroborarla que vaya al Palace y le pregunte a él. Allí sigue, 18 años después.

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