Marbella sin sus árboles

Imagen de la tala masiva de árboles del 10 de junio en Marbella

JOSÉ CARLOS VILLANUEVA

Valga el titular de este post como homenaje a la plataforma Marbella por sus Árboles, después de la tala masiva perpetrada por el Ayuntamiento en la calle Notario Luis Oliver. Este colectivo ciudadano ha luchado hasta el último aliento por mantener vivos los más de 60 árboles, plátanos cincuentenarios en su mayoría, que hasta hace pocos días daban sombra y frescor a la céntrica arteria de Marbella. Desde el pasado 11 de junio el paisaje es desolador, por muchos jaboneros chinos que anuncie el concejal de Parques y Jardines.

En menos de 48 horas las motosierras han hecho desaparecer una pulmón verde ya irrepetible en el centro de la ciudad. Ha sido inevitable echar la vista atrás para recordar las innumerables barbaridades ecológicas que llevó a cabo el GIL cuando gobernó esta ciudad. Algunos cipreses, tan sanos como las especies de plátanos decapitadas, cayeron también por igual aquella infausta mañana del 10 de junio pasado. La jornada quedará ya marcada en la crónica negra medioambiental de esta localidad malagueña.

Rafael de la Fuente, toda una institución  y referencia obligada dentro del sector turístico  de la Costa del Sol, dada su dilatada trayectoria en dicho ámbito, escribía recientemente un brillante artículo en el diario La Opinión de Málaga acerca de la polémica y arbitraria tala.

De nada han servido, por el momento, las denuncias ante la Fiscalía de Medio Ambiente y los Juzgados de Marbella. No hubo medida cautelar alguna que paralizara la tala. Una vez consumado el desmán habrá que ver si el Ministerio Público aprecia indicios de delito ante la política de hechos consumados. El PP se aferra a que la Fiscalía General del Estado archivó, pero el fiscal de Málaga Juan Calvo Rubio no ha dicho aún la última palabra y sigue indagando.

Salvo un puñado de vecinos que estoicamente trataron de hacer frente a este atentado ecológico, con visita del Seprona de la Guardia Civil incluida, no ha habido mayor contestación en la calle. Cierto es que, estratégicamente, los gobernantes han querido comenzar la tala justo en plena feria de San Bernabé y a toda prisa, casi de tapadillo. Lo han conseguido. No surtieron efecto alguno las más de 500 firmas presentadas en nombre del colectivo Marbella por sus Árboles ante el Registro de Entrada del Ayuntamiento de Marbella.

Una cosa es que haya poca gente movilizada en la calle frente a esta tala y otra bien distinta que sean muchos más los detractores que los partidarios, en caso de que se hiciera una hipotética encuesta. En cuanto a los escasos vecinos de la calle que se mostraron a favor de la tala ellos también tienen sus razones,  pero el  número de firmas enviadas a los medios de comunicación son aparentemente testimoniales de una minoría, frente a las más de 500 de la citada plataforma conservacionista.

Lo cierto es que por mucho que los gobernantes se hayan esmerado en publicitar hasta la saciedad las bondades de la tala, en el marco del llamado ‘Plan Marbella Centro’, resulta inevitable la idea extendida  entre la ciudadanía de Marbella sobre que el mayor beneficiario de esta controvertida actuación municipal es la empresa que gestiona el gran negocio del aparcamiento aledaño del Francisco Norte, al frente de la cual se encuentra el padre del conocido futbolista Sergio Ramos.

De nada ha servido el informe elaborado por un experto para la plataforma en el que se ponía de manifiesto que las especies estaban sanas y no había necesidad de prescindir de ellas, salvo unas pocas, por no hablar de toda la nidificación de aves, propia de la primavera, que se ha destruido.

Qué poco le hubiera costado al equipo de gobierno del PP que preside Ángeles Muñoz encargar un peritaje independiente, ajeno a los técnicos municipales, para contar con una segunda opinión. El nombre del perito se podía incluso haber consensuado con los detractores de la tala. El problema es que la alcaldesa no escucha a los vecinos. Hay ya unos cuantos ejemplos de ello. Cuando pretendió construir rascacielos no tuvo más remedio que dar marcha atrás, pero sin nisiquiera reunirse con la plataforma en la que también estaba, como ahora, la arquitecto Carola Herrero.

Quién sabe si esta polémica actuación pasará factura al PP en las elecciones municipales de 2015. Hay muchos que piensan que este error lo pagarán en las urnas, como un suma y sigue de otras actuaciones erráticas. De momento la alcaldesa conservadora se ha dejado 14.000 votos perdidos por el camino desde que revalidó su mayoría absoluta en 2011.

Ni los más optimistas dentro del PP confían actualmente en revalidar un resultado en 2015 que les permita una tercera mayoría absoluta para gobernar en solitario. Sacar 20.000 votos para conseguirlo, es un decir, resulta poco menos que una  quimera tras casi ocho años de desgaste.